En esta sociedad se adoptó como “normal” el delinquir, siempre y cuando se haga en la noche estipulada para ello, lo cual resulta curioso si se ve desde la TEORÍA DE LAS SUBCULTURAS DELICTIVAS, expuesta por Cid y Larrauri (2001), puesto que, parecería que esta situación sería lo opuesto. En la teoría, se parte de la premisa de que existe una cultura con valores y costumbres guiadas por normas sociales y leyes penales, que estructuran el que hacer humano en torno a la no realización de delitos; y paralelamente a esta cultura, existen muchas subculturas que conviven en este amplio espectro, pero también existen subculturas delictivas, que son aquellas que, estando “dentro” de la cultura, hacen una ruptura con todas estas normas y leyes, aprobando todo lo que esta cultura desaprueba y yendo en contra del sistema.
Sin embargo, la película nos muestra un escenario en que la cultura dominante es una que en sus normas y leyes permite la delincuencia una vez al año, esta es la normalidad de esta sociedad, y en esta, existen muchas subculturas, que pueden ser vistas como los grupos que se crean para salir a las calles a depurar, yendo algunos disfrazados de lo mismo; mientras que, aquí habría una “subcultura no-delictiva”, como lo serían todas aquellas personas que se niegan a participar en la purga y aquellos que quieren derrocar la purga y a quienes la instalaron (es decir, van en contra del sistema y de lo establecido) como lo es el grupo de Carmelo, que va en contra de la NFFA (aquellos que crearon la purga) y que buscan acabar con la purga.
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